7 de mayo de 2010
Querido Manual de L1:
¿Cómo empezar esta carta? Tengo tantas cosas que comentarte… Primero te diré que no tengo nada en contra de los de tu especie. Durante mi época de estudiante conviví con ellos, formaron una parte muy importante de mi vida (que se lo digan a mi espalda que cargaba con ellos todos los días). Hoy en día, como profesora, también os utilizo porque sois un buen instrumento, sois algo así como un punto de partida (aunque, he de confesarte que muchas veces necesitas extensiones y adaptaciones). En mi vida de estudiante os he conocido de todas las materias: lengua y literatura, matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales, historia, arte, etc. Todos vosotros, pensaba yo, estabais para ayudarnos a profesores y alumnos a seguir el camino que nos hemos trazado y no perdernos.
Descubrir que no cumples tu función básica me entristece. Tus textos no son claros y para entenderte he de hacer esfuerzo adicional. ¿En qué momento perdiste tu lecturabilidad? Tus ejemplos me confunden porque están descontextualizados y pueden tener varias interpretaciones. ¿Por qué me propones un listado de palabras de raíces sufijas y prefijas cuyo significado desconozco? (Sí, sí, me dirás que para qué están los diccionarios, ¿verdad? Pero es que una ayudita no me vendría mal.)
¡Ay! Querido manual de L1, ¿por qué quieres que aprenda literatura a partir de un listado de obras literarias de las que nunca he oído hablar? Me nombras el Poema del Mío Cid, al Lazarillo de Tormes y El Quijote junto a las características del realismo… ¿Qué es el realismo? ¿Quiénes son todos esos escritores? ¿No los conozco porque no soy nativo español? Tus páginas me llenan de dudas e inseguridades.
Ojalá, la gramática que propones estuviera más enfocada a la comunicación. Ojalá, tus ejemplos estuvieran contextualizados. Ojalá, estuvieran acompañados de algún dibujo que me aclarase la explicación que con tantas palabras me das. Ojalá tu lenguaje fuese más accesible para mí. Ojalá consiga leer algún día todos esos libros que nombras, conocer a esos escritores que mencionas y comprender lo que me planteas.
Pero me parece que nuestro tiempo se acaba. El curso llega a su fin y nuestros destinos se separan. Sin embargo, sé que otro vendrá a ocupar tu espacio; aunque no sé si albergar esperanzas de un cambio.
Me despido atentamente, esperando que algo cambie.
Un saludo cordial,
Maribel
Esta idea de escribir una carta al Manual de L1 (no especifo cual) me la ha inspirado De las cartas a la literatura de Difícil de Juglar.
PD: Sin duda, es una carta manifiestamente mejorable desde el punto de vista estilístico, pero ahí queda. En cuanto a los libros de texto, no estoy ni en contra, ni a favor de los manuales. Entiendo que, dependiendo del contexto, pueden ser necesarios o no. También creo que en función de las necesidades de los alumnos hay que optar por adaptarlos a través de la ampliación o la reducción de actividades, recursos, etc.
Para explicar determinados aspectos de la gramática española de L1 a un alumno de EL2 recurro a las gramáticas de ELE y cuando se trata de sintaxis aplico todo el sentido común que soy capaz de reunir. Sobre todo, se trata de hacerla accesible porque, a veces, parece que la teoría está hecha para filólogos y no para alumnos de secundaria.