Archive for septiembre, 2010

09/15/2010

Twitter y la escritura.

por Maribel González Martínez

¿Por qué le dedico un post a este tema? Porque en ocasiones he visto como después de darle al botón de enviar se me ha escapado una falta de ortografía, por ejemplo. Y, la verdad, es algo que me hace sentirme un poco mal y siento ganas de que trague la tierra a causa del error cometido. (Puede que sea una confesión con cierto tinte dramático pero es así). ¿Cómo a una persona que trabaja con lenguas y que imparte clases le puede pasar esto? Porque te dejas llevar por la inmediatiez y no te paras a pensar, creo yo.

La cuestión es que todo esto me ha hecho pensar cómo las nuevas formas de comunicación están cambiando nuestros hábitos de escritura y nuestras reacciones ante la misma (o al menos, las mías). Cuando construimos un texto de una extensión más o menos larga estamos acostumbrados a revisarlo, a fijarnos en las faltas de ortografía cometidas (ahora el ordenador te las señala amablemente con un subrayado rojo), a corregir errores gramaticales y/o a eliminar ideas repetidas, etc. Sin embargo, esto no ocurre del igual modo cuando utilizamos twitter o un servicio de mensajería instantánea, por ejemplo.


The Italian Voice

En twitter o en servicios de mensajería instantánea solemos tener tendencia a escribir pensamientos o respuestas a nuestros interlocutores que aún siendo escritas no pasan por el filtro de la revisión ortográfica, reflexión,… En este sentido, es una forma de comunicarse bastante cercana a la oralidad pero a través de la escritura. De ahí que, en mi opinión, la escritura esté perdiendo ese registro solemne y serio que tenía para hacerse, por así decirlo, más coloquial. La escritura se relaja, se convierte en algo más cotidiano que antes, se transforma con el uso de abreviaturas y símbolos,  por lo que cambia un poco el sentido y el uso de la misma. Ahora más que nunca, la escritura es necesaria para desenvolvernos en nuestra vida diaria: escribimos correos electrónicos, mensajes de texto en el móvil, pensamientos en twitter o en facebook,… La clave está, como siempre, en que seamos conscientes en cada momento de qué registro utilizamos, ¿verdad?

Un post cuya lectura me ha hecho pensar por el punto de vista que aplica y las descripciones de las implicaciones que tiene el uso de estos servicios para comunicarnos es  A contracorriente (I) Prefiero las cartas a los telegramas: No me gusta ni facebook ni twitter de Manuel Area en ordenadores en el aula.  En él se argumentan las razones por las que el uso de las redes sociales no son útiles, según el autor, para el aprendizaje formal; aunque no es exactamente el tema de este post, lo adjunto porque creo que aporta una visión diferente a las opiniones que suelo leer y considero importante tener otros puntos de vista.

PD: Sin duda, yo escribo muchísimo más ahora  que en mi época de estudiante en la que me limitaba a ir a clase y transcribir los apuntes que el/la docente dictaban o a escribir los trabajos que me mandaban, que por lo general terminaban siendo del tipo «corta-pega». Por supuesto, no puedo olvidarme del ejercicio de la escritura en exámenes con aquellas típicas preguntas para desarrollar que duraban dos horas y donde volcaba todos los conocimientos que había conseguido retener/memorizar a través de resúmenes, esquemas, etc. También recuerdo que por aquel entonces la lectura siempre fue más importante que la escritura, la segunda siempre había vivido en un segundo plano.

Sin embargo, en estos momentos, gracias a blogs, twitter, correos electrónicos, etc.,  escribo por una motivación intrínseca derivada del deseo de comunicar y compartir inquietudes, errores, incertidumbres, etc., con otras gentes que no pertenecen a mi círculo más cercano e inmediato. En este sentido siempre me alegraré de haber comenzado a escribir un blog y de hacer uso de herramientas de comunicación como twitter. De este modo, para mí la escritura dejó de ser algo secundario para convertirse en una actividad para mejorar mi aprendizaje tan necesaria como la lectura.

Para terminar, vía @brinquen he tenido la oportunidad de leer este interesante artículo sobre cómo las tecnologías pueden llegar a cambiar nuestros hábitos y que tiene cierta relación con lo que también venía contando en este post: ¿Puedes dejar el iPhone quieto mientras hablo contigo, por favor? Blogoff.

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09/06/2010

Lo que más me cuesta enseñar en clase.

por Maribel González Martínez

idiomasAsí se titula el último post de José Ramón, JramónELE, y en el nos propone a los profesores de ELE que contemos algo que tenemos dificultad para transmitir en nuestras clases. Me ha parecido muy curiosa la anécdota del garbanzo porque, francamente, nunca me había pasado.

¿Qué es lo que más dificultad presenta en las clases? Es una respuesta difícil de dar porque en las clases se presentan las mil y una situaciones y en función del alumno te puedes encontrar en algún que otro aprieto para responder. En este momento recuerdo un alumno inglés que no entendía el porqué del masculino y el femenino en español.  Tanto es así que llegó a preguntarme porqué el huevo es de género masculino si lo pone una gallina que es de género femenino. Curioso, ¿no? La verdad, no supe qué contestar…

Difícil es explicar el uso que hacemos de los pasados. La mayoría se preguntan por qué los españoles nos complicamos la vida utilizando tantos pasados diferentes, pero es una cuestión de matiz, de percepción del paso del tiempo y de subjetividad. Es difícil hacer ver esto de forma sencilla  puesto que no se trata únicamente de cambiar la forma del verbo, si no de hacer comprender la percepción temporal que hay detrás de ello. Lo mismo ocurre con la diferencia entre ser y estar, ¿verdad? Esos verbos que nos traen por la calle de la amargura: que si estados transitorios, que si estados definitivos, que si características de un objeto, etc. Otro clásico es la explicación/entendimiento del subjuntivo que no trae pocos dolores de cabeza a profesores y alumnos.

Difícil siempre que se enseña/aprende una lengua es aprender el vocabulario porque la traducción directa no suele funcionar bien (unas veces sí, otras veces no). La mayoría de veces hay que buscar equivalencias. En este sentido, creo que las expresiones y frases hechas tienen su complicación a la hora de aprenderse/enseñarse, sobre todo, porque no queda muy claro qué hay detrás de las metáforas que encierran. Por eso es de agradecer trabajos como el de Miguel Ángel García Guerra y su manual de modismos. ¿Por qué unas palabras se usan acompañadas de unas y no de otras? Por ejemplo, la posición del adjetivo en español es una pesadilla para algunos de mis alumnos ingleses que una vez que se han acostumbrado a ponerlo detrás del sustantivo descubren que también puede ir delante del mismo.

¡Ah! Evidentemente, ¿cómo le explicas a alguien la existencia de cosas que no hay en su entorno? Por ejemplo, la palabra fiambre, en su acepción de comida, entraña sus dificultades y todo lo que entra en la categoría de embutido: chorizos, morcillas, etc. Confieso que a veces recurro a comparar la morcilla con el blackpudding, pero, claro, me temo que no es exactamente lo mismo… (Aunque, no puedo culparles porque en mis viajes por Túnez y Marruecos he tenido oportunidad de comer merguez que no tiene el mismo sabor que pueda tener una salchicha española). También ocurre que, a pesar de que puedas explicar qué son unos callos o que el arroz típico de tu pueblo es con conejo y caracoles, se pueda entender por qué comemos estas cosas.

En fin, hay muchos aspectos que nos resultan difíciles de enseñar/aprender del español o de otras lenguas y las dificultades varían en función de la lengua materna y la cultura de referencia de los alumnos. Por el momento no se me ocurre nada más, pero prometo que si recuerdo algo más en este sentido os lo haré saber… Y a vosotros ¿qué os resulta más complicado enseñar/aprender?

PD: Acabo de recordar que un día estornudó un alumno irlandés y le dije: Jesús (a lo mejor está anticuado, pero es lo que suelo decir cuando se estornuda) y con una expresión de «uyuyuyquéhasdicho» me comentó que era imposible decir eso en Irlanda. ¡Oh! Era una blasfemia tremenda…(no es fácil entender que siempre tengamos a Dios en la boca). Así, ésta es otra de las cuestiones que suele presentar dificultades, los formalismos y las formas de comportamiento que también debemos enseñar, puesto que representan tener que realizar cambios en nuestra forma de actuar con los demás si no queremos ser mal interpretados.

Siento que la posdata sea tan larga pero acabo de recordar lo difícil que se hace explicar la gramática sin recurrir a terminología gramatical. Pasamos tantos años dándole vueltas a la gramática, haciendo análisis sintácticos y clasificando palabras que se nos olvida que en otros países puede que no aprendan su L1 de la misma forma (es el mal filológico). Cuesta muchísimo romper esa barrera, la verdad.

La imagen es de Markus Koljonen