Hace mucho tiempo que no tengo aula propia. Es más, mi aula en este momento no es blanca, ni tiene mesas en hileras, ni puedo colgar cosas en ella. Tampoco tiene pizarra, ni ningua de las cosas que se suelen encontrar en las aulas. Más bien, podemos decir tengo muchas aulas con variadas decoraciones y con recursos personales al alcance. A veces son libros, a veces son fotos, otras el ordenador, etc. Por esta razón no tengo que pensar en cómo distribuir a los alumnos en clase, si me sobran mesas, si no me gusta la disposición del espacio, etc. Sin embargo creo que es una cuestión a tener en cuenta a la hora de planificar las clases, ya que influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por esta razón enlazo aquí un par de post e ideas sobre la distribución del espacio en el aula.
- Aulas multitarea, solución innovadora para una formación integral. En Innovación social. Me parece un proyecto muy interesante por dos razones. La primera es que es una experiencia que está puesta en marcha y parece que está dando sus frutos. Es más, podéis leer el proyecto del instituto que lo ha hecho posible. En segundo lugar, es interesante ver la distribución que se ha hecho del espacio a partir de una forma más flexible de concebir el aprendizaje. De cualquier modo, el modo en que concebimos el proceso de enseñanza-aprendizaje parece que condiciona nuestra forma de planificar el espacio. Si el foco de atención es el docente, pues, basta con tener un montón de mesas en hileras con alumnos que lo miran a él y a la pizarra. Sin embargo, si trasladas el foco al alumno ya no parece tan lógico tener como centro de la clase a la señora pizarra, ¿no? (De repente me está viniendo a la cabeza la idea de comparar el aula con muchos salones de nuestras casas donde la televisión es el centro del mismo).
- El futuro del aula de idiomas. Lola Torres en NodosELE. El planteamiento del espacio de aprendizaje en este post está conectado con el proyecto que os he enlazado anteriormente. Me gusta la idea de que en el aula también esté unida a espacios al aire libre.
Idea:
Mientras escribía me ha venido la idea a la cabeza de que siempre asociamos el aire libre con el ocio y el recreo y, por tanto, es distinto del aula cubierta donde se estudia y se aprende.
Para finalizar y en relación con este tema enlazo: ¿Y si los jóvenes aprenden mejor que nosotros? Derribando más mitos. Un post de Dolors Reig que lanza algunas ideas interesantes sobre el aprendizaje y el modo en que el entorno influye en él. Cito alguna de las cuestiones que me han llamado la atención por lo contrarias que son a lo que siempre nos dijeron:
Solía recomendarse que estudiáramos siempre en un mismo lugar, en una mesa despejada y ordenada, sin música, con una temperatura agradable (ni mucho frío, ni mucho calor),…
Parece así que contra la simple evidencia, centrarse en un solo lugar de estudio sería contraproducente, funcionando mejor, incrementando la retención de los contenidos y esquemas el hecho de cambiar de habitación durante los periodos de estudio.
La explicación podría estar en que el cerebro realiza asociaciones sutiles entre lo que está estudiando y las sensaciones…
Sobre los maratones de estudio:
estudiar distintas cosas relacionadas funciona mejor que estudiar una sola durante una misma sesión.
En mi caso particular, he de confesar que siempre fui incapaz de estudiar una misma materia durante más de una hora seguida. ¿Por qué? Porque perdía capacidad de concentración. De modo que la mejor manera de mantenerla era variando las asignaturas de estudio.