Después de unas dos semanas sin escribir y de haber dado un descanso a mi cabeza, he decidido volver a la carga. Vuelvo al mundo reflexivo, si es que alguna vez me marché. Eso sí, la incorporación será paulatina para no abrumarme demasiado y para ir cogiendo fondo otra vez. Creo que empezaré repasando los planes de clase que he ido recogiendo a lo largo del mes de julio y lo que va de agosto. Esta vez los planes y los informes de clase que he ido almacenando tenían como objetivo averiguar cuál era el ritmo de la clase, la estructura de la misma y otras muchas cosas. Me está siendo muy útil programar las clases de una hora repartiendo en la hora en bloques de veinte minutos, me ayuda a ver con más claridad cuál va a ser el desarrollo de la clase. Por supuesto, hay días en que consigo cumplir mis propósitos y días en los que no. Asimismo esta forma de planificación me está haciendo ver que he de considerar dos cuestiones, al menos, cuando respondo a la pregunta: ¿Se han cumplido los objetivos?; una, que puedo evaluar la consecución de los objetivos de forma global en relación a si los alumnos han comprendido o no la explicación gramatical, si hemos trabajado las destrezas, si los ejercicios de vocabulario son útiles o no, etc; dos, puedo evaluar la consecución de los objetivos en función de si hemos realizado o no todas las actividades que había planificado para la clase. Hasta ahora me había estado fijando en esto último y no me había parado tanto a pensar en lo segundo. Plantear la programación de esta forma visual también me ha ayudado a ver más claramente o delimitar mejor qué partes de la clase son más productivas y cuáles no. He estado teniendo muchos problemas para contestar a esta pregunta porque recordaba la clase globalmente. Es decir, si cerraba los ojos e imaginaba la clase podía evocar una sensación global y podía decir: ha ido bien, muy bien, mal, regular; pero no podía explicar en qué momento había ido mejor o peor y, por tanto, tampoco por qué. Gracias a esta nueva forma de programación, estoy adquiriendo una mejor percepción de lo que ocurre en clase porque el plan está mucho mejor estructurado en mi cabeza. De ahí que pueda señalar con mayor exactitud qué ejercicios o partes de las clases han funcionado mejor y puedo aventurar un por qué.
Por supuesto, gracias a este tipo de programación visual del tiempo, tengo más conciencia del tiempo que puede llevar cada ejercicio en función del grupo con el que trabajo. Asimismo, me he dado cuenta de que tengo problemas para concretar los últimos veinte minutos de clase. No es que queden vacíos, pero son los que más problemas me plantean. Quizá, sea porque cuando planifico las clases concentro todas las actividades en los primeros cuarenta minutos y no les concedo el tiempo que realmente necesitan mis alumnos para realizarlas. De hecho, repasando todos los informes de clase que he recopilado viene a ser ese el problema.
Ahora que lo pienso, me pregunto si el hecho de que no lleve reloj y no lo mire en clase para nada puede influir en mi percepción de la clase. Lo cierto es que hago un cálculo mental del tiempo que puede haber transcurrido. ¡Vaya! Tengo que pensarlo. Lo cierto es que cuando estoy en clase no suelo mirar ningún reloj y muchas veces son mis alumnos los que me dicen que es la hora. Supongo que la razón para esto está en mi idea de que andar mirando el reloj todo el tiempo puede transmitir una sensación de tener el tiempo marcado, pesado y medido; sin posibilidad de interrupción. Además, desde el punto de vista personal, el hecho de andar mirando el reloj me distrae de lo que estoy haciendo. No es que pierda el hilo, pero de algún modo me impone la sensación de no poder dejar espacio a otras cosas que no estén planificadas. Cuanto más lo pienso, más sensación tengo de que el problema para planificar los últimos veinte minutos de clase viene de ahí. ¿Si llevara reloj podría planificar mejor los últimos quince minutos de clase? ¿Dejaría de alargarme en los cierres? Tendré que pensarlo…
Por cierto, aquí dejo una plantilla-planificacion_secuenciacion.doc para una clase de una hora. La he elaborado teniendo en cuenta las indicaciones de Woodward (2001 y a Richards y Lockhart (1998).
PD: La foto es de flickrCC