Archive for ‘diario del profesor’

04/16/2009

¿Qué habilidades he adquirido durante este tiempo? (II)

por Maribel González Martínez

En el artículo anterior reflexionaba sobre las habilidades docente que he adquirido durante el tiempo que llevo escribiendo en el blog y apuntaba tan sólo algunas de ellas, por lo que en esta continuación añadiré algunas más e intentaré explicar cómo las he adquirido.

  • Gestionar el espacio de aula. Dada la variedad de lugares en los que he trabajado he tenido que aprender a impartir clases en lugares donde no había pizarra o ésta era muy pequeña. ¿Tan importante es la pizarra?. Lugares en los que había una mesa entorno a la que se sentaban los alumnos o espacios donde había una serie de sillas en hilera. Asimismo nada tiene que ver trabajar en un entorno de aula donde todo adquiere un tinte mucho más formal y más parecido a una institución que hacerlo en la casa de un alumno donde es la informalidad lo que impera. El hecho de trabajar en el domicilio del estudiante implica que tienes a mano una serie de recursos que no existen en el aula, el clima que se crea es diferente y de ahí surge una interacción profesor-alumno distinta.
  • Gestionar grupos. He trabajado con grupos de más de 25 personas y con tan solo un alumno en clase, lo que hace que la dinámica de la clase cambie totalmente. El los grupos donde hay mucha gente puedes permitirte dividir la clase en parejas o grupos de diferente tamaño pudiendo llevar a clase gran diversidad de tareas donde tú, como profesora, adoptas un papel completamente diferente al que has de jugar en una clase individual. En las primeras, tu papel es distinto en tanto en cuanto estás ahí para ayudar a los alumnos, evaluar cómo se desarrolla la actividad, corregir, etc. Sin embargo, en éstas últimas te conviertes en profesora-compañera de actividades de tu alumno.
  • Detectar las necesidades de los alumnos. Gracias a la recogida de información en los diarios de clase y la redacción de los informes de clase empiezas a darte cuenta del tipo de actividades que han funcionado y qué ha podido hacer que funcionen o no. Además, a partir de la interactuación del alumnado se averiguan muchos de los intereses y necesidades que tienen. En este sentido no puedo olvidar que tengo como referente un alumnado con unas características específicas en tanto que son residentes europeos o chicos escolarizados en nuestro sistema educativo.

Estas tres habilidades se han desarrollado gracias a la observación de las clases y la recopilación de información a través de los diarios de clase y los informes.

PD: En el proceso de rescatar información y releer lo que he escrito resulta un trabajo muy curioso. Ahora tengo la sensación que tengo que replantearme todo de nuevo. Los cambios no cesan…

Bookmark and Share

07/14/2008

Diario del profesor (II)

por Maribel González Martínez

En mi último artículo escribí sobre una obra que he leído estos últimos días y que voy a seguir releyendo en busca de más información. Sin embargo, no voy a hablar de ese libro otra vez, sino que voy a recoger algunas utilidades que tiene el registro diario de los acontecimientos ocurridos en el aula. Los tres puntos que vienen a continuación los he tomado de

Kemmins, Stephen y McTaggart, Robin; Cómo planificar la investigación-acción, Laertes, Barcelona, 1992

En uno de los apéndices de esta obra – ya hablaré de ella en sucesivos posts- los autores explican el porqué del uso del diario en un programa de formación para docentes. De entre todas las cuestiones que se comentan, me quedo con los siguientes:

  • La escritura del diario ayuda a revisar nuestas prácticas.
  • Nos ayuda a descubrirnos como escritores y personas que comprendemos el fenómeno de la escritura. (Este punto en estos momentos es especialmente importante para mí puesto que estoy en proceso de mejora de mis conocimientos sobre la expresión escrita).
  • El uso del lenguaje que haga en este diario es el reflejo de mis limitaciones. La utilización de unas palabras u otras y la forma de expresarme puede darme la pauta de mis problemas reales, si aprendo a releer mis escritos con otros ojos. Esto es algo que ya me hizo ver una profesora en el curso de proele. Yo siempre decía: Es que mis alumnos son… Con mi discurso demostraba en todo momento una idea preconcebida de lo que podía o no podía hacer con mis alumnos.

Queda pendiente hablar sobre esta obra de Kemmins y McTaggart porque me mostrado caminos que estaban cerrados para mí.

07/11/2008

El diario del profesor.

por Maribel González Martínez

Sin abandonar mi búsqueda por mejorar la expresión escrita, estoy enfrascada en la lectura de un par de libros que me están clarificando mucho algunas cuestiones que desconocía. Una de las obras que estoy leyendo es:

Porlán, Rafael y Martín, José; El diario del profesor. Un recurso para la investigación en el aula, Colección investigación y enseñanza, Díada editora, Sevilla, 2004

Decidí leer este libro para averiguar cómo usar de una forma más eficaz toda esta información que genero sobre las clases. Elegí centrarme en el diario del profesor porque es la herramienta que más utilizo ya que, llevo un registro de todas las actividades y cuestiones que trato con mis alumnos durante las lecciones. La problemática es que, a pesar de que escribo mucho, percibo que no aprovecho al máximo las posibilidades de mejora que ofrece la escritura de un diario.

Este pequeño libro, que se lee muy rápidamente, contiene seis capítulos donde se explica la función del diario y las diferentes etapas por las que atraviesa. Los autores empiezan por esbozarnos las principales metodologías que utilizamos los docentes en nuestras clases y detallan las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas. En los tres capítulos siguientes nos relatan las diferentes fases por las que pasa un diario. La primera de ellas es la iniciación del registro de las cosas que ocurren en clase y está asociada al momento en que los profesores comienzan a escribir para anotar los incidentes, anécdotas, dificultades, etc., que han ido encontrando en el desarrollo de su trabajo. En esta etapa se trata de «ofrecer una panorámica general y significativa (…) de lo que ocurre en clase» ( Porlán y Martín). Es el momento en que a medida que vamos recogiendo los datos vamos construyendo nuestro punto de partida y comenzamos a descubrir que el aula es un escenario donde cada uno de los actores que forma la obra desempeña un papel. En el segundo capítulo se describe cómo este registro de acontecimientos nos puede servir como vía para cambiar nuestras concepciones. En este periodo el diario es leído por otros compañeros con los que se contrastan opiniones. Finalmente, el diario entra en un periodo práctico donde se han de poner a prueba las dos fases anteriores. Los dos últimos capítulos están dedicados a un resumen de todo lo expuesto a lo largo de los tres capítulos anteriores y a una bibliografía comentada.

Algunas ideas interesantes:

  1. «Los cambios de ideas han de tener un reflejo en nuestro programa de intervención y, para esto, el diario es el testigo biográfico fundamental : el registro temático y coherente del nuevo diseño experimental.»
  2. Plantear cambios demasiado ambiciosos puede llevarnos al fracaso. Es mejor proyectar pequeños cambios. Hay que ser realista.
  3. «La construcción teórica de nuestro saber hacer (…) depende fundamentalmente de como sepamos manejar la relación entre la teoría y la práctica.
  4. «Cambiar la forma de pensar, no garantiza modificar la forma de actuar». (Porlán y Martín)

Los cuatro puntos anteriores pueden parecer obvios, pero no por ello hay que saltárselos u olvidarse de ellos. No por ser cuestiones de sentido común tengo que apartarlas, más bien todo lo contrario y deben servirme de guía en el futuro.

Crédito: www.flickr.com/photos/79209645@N00/2235031847