Ayer mi alumna decidió que quería adelantar los contenidos que vería a la vuelta de vacaciones y entre ellos estaba la puntuación. Primero se explicaba los tipos de puntos que había y a continuación venían nuestras queridas amigas las comas. Yo confieso que es un tema que personalmente me trae de cabeza. ¿Dónde poner el punto? ¿Dónde poner la coma? ¿Y el punto y coma? ¿Y los guiones? ¡Ay! Siempre revisando y revisando, leyendo y leyendo para mejorar todo lo que se pueda el estilo de escritura. La cuestión es que sobre los puntos se explicaba en el tema que hay tres tipos de punto: y seguido, a parte y final. Evidentemente, el más fácil de conocer es el punto y final. Es el que cierra el texto, el último de la cola, después de él ya no hay nada más. El punto y seguido nos causó algo de problema y el punto y a parte también porque para estos hay que tener muy claras varias cosas: estructuras de la frases, sentido de las mismas, sentido dentro del texto, etc. De hecho, uno de los ejercicios que se proponían era puntuar un breve texto. Lo que hice con mi alumna después de leer el texto fue preguntarle dónde pondría los puntos. Cosa complicada porque no es una tarea fácil. Como no sabía muy bien fui haciéndole preguntas sobre las oraciones:
A ver… Le fui leyendo el texto poniendo los puntos donde me pareció a ver si a ella le parecía que algo de aquello tenía sentido.
Conclusión, no puedo poner el punto donde quiera.
Vale, seguimos con las preguntas. ¿Puedes buscar los verbos?
-Sí, claro.
– Fíjate. ¿Qué les pasa a los verbos? ¿Están todos en la misma persona? ¿Puedo poner dos verbos así en una misma oración?
– No.
– Entonces, ¿qué hago? ¿Dónde pongo el punto?
– Aquí, aquí,…
Así fuimos completando la puntuación del texto y creo que no nos quedó del todo mal.
Nota: Esto es una reconstrucción memorística de lo ocurrido en clase. No es una transcripción. He decidio hacer esta recontrucción de cómo solucionamos juntas el ejercicio porque creo que a través de las preguntas guiadas se puede ayudar mucho al alumno. Hasta el momento la mayor parte de mis preguntas eran de tipo: ¿comprendes? ¿está claro? Etc. Es decir, su objetivo era comprobar que había comunicación. Aunque, mucho me temo que no son preguntas con las que se pueda sacar una información real. Mucho me parece que es más eficaz hacer otro tipo de preguntas orientadas a que el alumno piense y reformule o explique.