las piezas con las que cuento para construir mi conocimiento.
Ese es parte del título del curso en el que me he matriculado en un afán por comprender mejor el proceso de enseñanza-aprendizaje. Aunque el principal impulso que me llevó a iniciar este curso es el tener algún alumno disléxico, problema que no sabía cómo abordar porque desconocía por completo qué implica este «problema» para la persona que los sufre. (En este momento tampoco soy una experta, pero esta situación reveló una carencia formativa que tenía y me pareció oportuno subsanarla a través de un curso).
Por esta razón, ando enfrascada en lecturas que explican qué factores determinan el proceso de aprendizaje/adquisición de un idioma; así como sus bases neurológicas y los procesos psicológicos*. Todo esto me está aportando una nueva perspectiva del proceso de enseñanza/aprendizaje y, por supuesto, puedo comprender mejor qué hay detrás de fórmulas tales como: «aprender a aprender», «el alumno como protagonista de su propio aprendizaje», etc.
Asimismo, estoy aprendiendo a ver cómo encajan las emociones en el proceso de aprendizaje y cómo no se pueden excluir del proceso cognitivo de construcción. A veces, tengo la sensación de que voy adquiriendo las piezas de un puzzle que voy completando poco a poco a medida que voy dando pasos.
¿Qué he podido concluir hasta ahora? Que el proceso de enseñanza/aprendizaje puede verse interferido tanto por problemas de carácter cognitivo como por cuestiones relacionadas con las emociones (angustia, ansiedad, estrés, etc.). Ambos merecen nuestra atención por igual. (Esta idea queda pendiente de desarrollo).
* Hasta la fecha las lecturas sobre el lenguaje y su adquisición/aprendizaje provenían del ámbito de la lingüística. ¿Es un proceso innato o adquirido? ¿Una LE o LS se aprende o se adquiere? La conclusión era que el aprendizaje requiere de instrucción y que la adquisición es un proceso natural, pero siempre había algo que no terminaba de encajarme porque, evidentemente, si bien aprendemos a hablar de «forma natural» nuestra lengua materna, no ocurre lo mismo con el código escrito de la lengua; ya que éste necesita de entrenamiento. En cualquier caso, recuerdo haber leído que no se conocía bien el proceso de adquisición de una LS (estoy escribiendo de memoria y puede que tenga que corregirme; incluso puede que esté recordando estudios muy antiguos).