Archive for ‘papel profesor’

03/15/2010

Un reto: Crear un curso online

por Maribel González Martínez

mapa mental sobre elearningHace unos meses me propusieron -ya os diré quién- que creara un curso online enfocado a profesores de ELE y para mí está siendo un reto en todos los sentidos porque he tenido y tengo que asumir varias papeles dentro del mismo.  Iré contado en sucesivos posts el proceso de creación.

En cualquier caso, ¿qué es lo primero que he hecho? Ponerme al día (o al menos intentarlo) porque soy consciente que la formación online no tiene exactamente las mismas características que la presencial. Además, no es igual que la clásica enseñanza a distancia donde el alumno recibe los materiales y realiza el trabajo de forma individual (al final, te sientes aislado).  La cuestión es que mi punto de partida  es mi experiencia como usaria de Internet y los servicios 2.0, aunque la utilizo como docente que no como herramienta didáctica porque no encuentro el momento, ni veo que se ajuste a las necesidades de mis alumnos (al menos por el momento), me he puesto a leer los siguientes materiales:

  • Portaleva. Donde hay bastante información útil e interesante en caso de que quieras plantearte trabajar en este tipo de enseñanza. Entre ellos voy a destacar las guías de innovación metodológica y ¿Qué necesito para ser teleformador?
  • También le he estado echando un vistazo a TACCLE, del que me ha gustado mucho su estilo basado en la reflexión. Está bien meterte a hacer cosas, pero antes hay que saber qué sentido tienen, porqué las vas a hacer y qué va a obtener el alumno de todo eso. vía OCTETO (CRIT-UJI).
  • [E-aprendizaje] de David Álvares también es una buena referencia para los interesados en el tema y no me voy a olvidar (no tendría perdón) de NodosELE porque; a pesar de que me ha costado, creo que ahora los comprendo mucho mejor. De una forma u otra, te hacen pensar y eso, siempre es bueno.
  • Tampoco pierdo de vista: tienes 5 segundos de Carlos C. Camus.

A ver si las lecturas, los conocimientos que ya tengo, las ideas nuevas que me surgen y las reflexiones dan su fruto. Lo que tengo ya ganado es una nueva visión de la enseñanza y la apertura a un campo didáctico más que interesante. Ya vendrá el tiempo de las valoraciones. Sigo contando la experiencia en próximos posts…

Crédito de la imagen: Choconancy1

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03/05/2010

Uso de la red como recurso didáctico.

por Maribel González Martínez

Hace unos días he visto estos vídeos de la conferencia sobre Creación y usos de contenidos en la web para la enseñanza y el aprendizaje de ELE -recogidos en Todoele- que impartieron Francisco Herrera, Victoria Castrillejo y Laia Canet Celma durante los Encuentros ELE de Comillas el pasado mes de noviembre. Confieso que mueve a pensar y que lo que plantean representa un cambio total en el esquema/modelo de enseñanza-aprendizaje del que es algo difícil separarse. Ya no sólo para los que damos clase, si no para los propios alumnos también.

Notas:

  • El profesorado ve Internet como una gran biblioteca a la acceder. –> Sin duda, Internet ofrece tanta variedad de soportes que pone al alcance del profesor cantidad de variedad de materiales (vídeos, audios, ppt, etc.). Aunque, esto también se convierte en un problema para el profesor por el tiempo empleado en buscar los materiales que más se ajustan a nuestros objetivos. –> Aquí el papel del profesor es el de proveedor de materiales y el alumno trabaja con ellos, es decir, el alumno no los genera. ¿¿??
  • En internet, al igual que en la vida real, se pueden hacer muchas cosas: escribir un blog, usar twitter, estar en facebook, editar un podcast… (dependiendo de lo que la persona quiera comunicar –> No todos tendrán ese impulso. Ni elegirán las mismas vías).
  • Problemas que crea el uso de determinado tipo de material en el aula que está sujeto a derechos de autor –> ¿De verdad nos convertimos en delincuentes por poner una canción en el aula? (Este tipo de cosas parecen increíbles, la verdad).
  • Los alumnos crean sus propias producciones: escriben su propio blog, producen su propio podcast,… –> Esto es lo que debería de ser haya o no tecnología de por medio, ¿verdad?
  • Tipos de contenidos: reales y didácticos. Los contenidos reales, por muy reales que sean, terminan siendo didactizados porque hay que crear actividades que faciliten al alumno su manipulación para asimilar la información.

Está pendiente de más visionados y seguiré tomando notas porque merece la pena reflexionar sobre lo que comentan.

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07/07/2009

Los profesores y el factor humano.

por Maribel González Martínez

La semana pasada leí en el blog de José Ramón Rodríguez la entrada Acopio de víveres: la dimensión humana de los profesores de E/LE donde se explica muy bien -desde mi punto de vista- la parte humana de nuestro trabajo.  Comparto con él que nuestro trabajo es muy complejo porque implica tener en cuenta muchas cosas:

  • Hemos de contemplar la materia que enseñamos: una lengua extranjera, en nuestro caso el español, y lo hacemos en un contexto de inmersión.  Esto implica que nos planteemos cómo enseñar éste o aquél tema gramatical,  enseñar el vocabulario, etc.
  • Hemos de plantearnos cómo enseñar esa materia. ¿Qué metodología vamos a utilizar?¿Qué se adapta mejor a mis alumnos? ¿Qué quieren mis alumnos? ¿Por qué no ha funcionado la clase? ¿Por qué no ha gustado este material? ¿Que puedo hacer para mejorar? Y un sinfín de preguntas más.
  • ¿Qué transmitimos? ¿Nuestro trabajo implica enseñar esta materia y ya está? ¿Qué pasa con las relaciones que establecemos con nuestros alumnos? ¿Qué ocurre en nuestras clases? Sin duda, me parece un buen tema para la reflexión. Normalmente pensamos en cuál es nuestro papel dentro del aula en tanto que conductores del grupo, pero no reflexionamos tanto en los vínculos que creamos con nuestros alumnos. No estoy refiriéndome aquí a si el/la docente es simpático/a o no; si es introvertido/a u otras cuestiones relacionadas con el carácter porque no creo que sea eso lo importante. Quizá, lo más importante es si respetas o no a tus alumnos, si ellos sienten que te preocupas por su aprendizaje o por su situación, si demuestras interés, qué piensas sobre ellos, etc. Esto sí me parece que incide en nuestro trabajo diario.

Lo expuesto en el tercer punto tiene relación con el tipo de relación que establecen los profesores de E/LE con sus alumnos durante los cursos de verano. En múltiples ocasiones he explicado el perfil de mis alumnos, en su mayoría residentes jubilados o chicos en edad escolar, lo que implica una dinámica diferente a la que imprimiría si tuviera alumnos jóvenes estudiantes de idioma. En mi caso me he visto en muchas ocasiones resolviendo algunos de los problemas cotidianos de mis alumnos -alguna reclamación que otro, llamadas algún técnico para que venga a arreglar algún aparato- o he escuchado sus problemas porque sin esperarlo han surgido en clase.  Inevitablemente te conviertes en un punto de referencia porque eres la conexión más a mano que tienen con la nueva sociedad de acogida. (A veces no se trata sólo del papel que tú te asignas, sino del rol que te atribuyen los demás). También he visto como los problemas vecinales se trasladaban a la clase (no de forma exageradamente hostil, pero si se manifiestan de forma suficientemente evidente para detectar que sucede algo), lo mismo ocurre con los problemas personales. Quizá, no debería estar escribiendo sobre esto pero son cosas a las que nos enfrentamos en clase y forman parte de nuestro trabajo, sobre todo cuando trabajas con grupos muy reducidos o en clases individuales.

En resumen, es importante reflexionar sobre nuestro papel en el aula como conductor o mediador o guía del grupo, pero también lo es pensar sobre las actitudes que mostramos hacia nuestros alumnos o las situaciones que se crean en clase. Puede que haya quien piense que los temas relacionados con la inteligencia emocional son una tontería o que son desdeñables; sin embargo a mí me parece que los sentimientos o el plano efectivo tiene su incidencia en la clase. No sólo a nivel individual, si no en el tipo de relaciones que se establecen entre los alumnos.

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05/15/2009

Miedo a la observación en clase.

por Maribel González Martínez

(Esto es una de esas reflexiones que parecen tener sentido en un momento dado y después parecen perderlo. Vaya por delante que son unos apuntes e ideas sin elaboración y que esconden ideas que están por clarificar. Ahí las dejo por si a alguien le sirve de algo o le apetece comentarlas).

¿Por qué nos da tanto miedo que alguien entre en nuestra clase y vea qué hacemos en ella? Es la pregunta que ha vuelto ha surgir en los comentarios a la entrada anterior. A mí se me ocurren varias razones que quiero apuntar a ver si alguien que haya tenido la experiencia se anima a comentarlas o le apetece investigarlo.

En primer lugar, como siempre hago, describo cuál es mi experiencia en este aspecto para tener un punto de partida. Siempre creo que así se puede entender mejor el punto de vista desde el que surgen las reflexiones y se puede contrastar así con las ideas de otros profesores.

Mi experiencia:

En una ocasión tuve oportunidad de verme en el papel de observada, pero de eso hace mucho tiempo y no estaba metida en el proceso reflexivo propiamente dicho. Por tanto, no puedo decir que fuese una experiencia provechosa porque para ello habría requerido la existencia de unas pautas de observación como las planteadas por Guillermo Gómez en su blog.

En cuanto al papel del observadora también lo he ejercido en las prácticas del CAP pero tampoco obtuve mucha información interesante porque no entré a la clase con unas directrices a seguir. Así, teniendo en cuenta estos antecedentes y que en la actualidad tampoco cuento con la posibilidad de ponerlo en práctica, me atrevo a aventurar cuáles pueden ser las causas de este miedo a que nos observen.

Lo que creo:

En mi opinión, totalmente subjetiva -me curo en salud- y sin tener a mano ningún estudio, creo que las posibles causas de este comportamiento o miedo pueden estar originadas en nuestra experiencia educativa previa.

Nuestra educación está definida en términos de éxito o fracaso en relación al producto final, el examen. Durante años de asistencia a clase nuestro trabajo como alumnos es recoger apuntes, estudiarlos y volcarlos en un examen que será valorado en función de una nota numérica de 0 a 10. Si sacamos un 5 aprobamos el examen y triunfamos. Si sacamos menos de 5 suspendemos en el examen y fracasamos. No importa aquí el tiempo que hayamos dedicado a preparar el examen, ni las estrategias, ni las capacidades desarrolladas. (Esta idea sale de algunos apuntes que tengo y requiere desarrollo).

Esta valoración numérica del resultado final -es importante aquí la idea de evaluación del producto- ya no nos abandona y cuando nos proponen ser observados en clase, pensamos que nos van a calificar de 0 a 10. Es decir, van a evaluar el resultado y no el proceso o las capacidades que tengamos como docentes. Supongo que pensamos que se va evaluar nuestra actuación docente lo que afecta a nuestra imagen, autoconcepto y autoestima. No lo contemplamos como un herramienta para descubrir el planteamiento que hago de las clases y si puede ser mejorado. No podemos olvidarnos de que los alumnos también tienen que cumplir con su parte del contrato de enseñanza-aprendizaje.

Otra cuestión es a qué o quién le atribuimos ese fracaso o ese éxito (Teoría de la atribución). Por tanto, creo que el primer paso es averiguar cuáles son nuestras creencias al respecto con el fin de saber qué estamos transmitiendo realmente a nuestros alumnos. Hay que tener siempre presente la siguiente frase: «Los alumnos son mi espejo».

Dentro de este estado de cosas, solemos identificar el fracaso con el error que siempre ha estado penalizado en el sistema educativo. Lo que crea miedo a la equivocación y estrés en el alumno, estados físicos y afectivos que pueden llegar a bloquear el proceso de aprendizaje por crear un sentimiento de incapacidad. Además, el error siempre se ha contemplado como algo negativo que había que evitar a toda costa y no es fácil cambiar ese concepto, sobre todo si no sabes que forma parte de tu visión de las cosas.

En relación con esto, no recuerdo que los profesores vinieran a clase con los exámenes corregidos e intentasen hacer ver a los alumnos cuáles habían sido sus fallos y explicaran dónde se produción o cuales podían ser las causas. Después de repartir el examen sabías que habías aprobado o suspendido y que para la siguiente ocasión debías estudiar más o no; a veces te quedaba la duda. En resumen, no se presentaba el error como una oportunidad de mejora, ni como una forma de replantearse las cosas.  Sin embargo, la pregunta es: ¿El profesor que ha de aplicar este enfoque tolera la equivocación? ¿Qué piensa sobre esto?

En resumen, lo que quería dejar plasmado aquí es cómo influyen en nosotros, como profesores, los modelos educativos en los que nos han educado porque crean una serie de  e ideas de cómo ha de ser el funcionamiento de la clase o nuestro papel en ella que cuesta dejar atrás. Más si tenemos en cuenta que se trata de creencias profundas que no son fácilmente identificables y que chocan de plano con las nuevas corrientes y enfoques didácticos.

05/07/2009

Una razón más para compartir el trabajo docente.

por Maribel González Martínez

En una búsqueda de información he dado con un artículo bastante interesante sobre el individualismo en el docente y sus consecuencias. Lo enlazo porque en el debate suscitado en este blog a raíz de la entrevista a Vicenta González en Ldelengua se hizo mención a la reticencia de los docentes a compartir su trabajo e ideas sobre la clase.

González Palma, José Luis (2005); ¿Yo, tú, él, nosotros los docentes?, Observatorio Ciudadano de la Educación,

En este artículo, el autor no sólo explica las desventajas del individualismo o las causas que lo generan, también nos habla de las actitudes que provoca en los profesores y cómo éstas chocan con el nuevo modelo educativo que queremos aplicar. ¿Cómo puede un docente pedir a los alumnos que trabajen en grupo si el mismo no sabe? ¿Cómo puede un profesor fomentar el pensamiento crítico si el mismo no acepta otros puntos de vista sobre su trabajo? Por tanto, somos los enseñantes los que debemos cambiar nuestra forma de pensar para que tenga un reflejo en nuestra acción. Evidentemente, no es un proceso fácil en el que, además de reflexionar sobre nuestra actuación en el aula, es tan importante que la compartamos con otros con el fin de que la comenten y/o debatan.

Cito aquí las consecuencias de la práctica del individualismo como docentes según González Palma:

  • Bajo rendimiento académico de los alumnos.
  • Aprendizajes empobrecidos.
  • Experiencia didáctica desaprovechada.
  • Trabajo rutinario y monótono.
  • Mentes cerradas.
  • Temor al cambio.
  • Asignar comisiones sin valorar cualidades.
  • Estructuras verticales y rígidas.
  • Prácticas de poder y no de liderazgo.

A pensar…

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