Mi evolución digital (II): Borrador.

por Maribel González Martínez

(Aviso: Otro borrador con pensamientos y preguntas que pueden no tener sentido)

En el último post quise hacer una resumen de cuál había sido mi periplo digital y las cosas que había aprendido (cuesta un poco utilizar un pretérito porque parece un proceso cerrado y es más bien todo lo contrario). Cuando me puse a escribir sobre mi viaje digital iniciado hace tres años, me proponía explicarme y comprender las diferentes etapas que había atravesado para saber en qué situación me encuentro ahora. Así como exponer las motivaciones que tengo en estos momentos para continuar con este trabajo reflexivo ahora que éste es una meta en sí. Es decir, la meta anterior era generar pensamientos hasta convertirme en la profesora perfecta (sería interesante hacer un análisis de mi discurso) cuantificable a través de notas; sin embargo ahora creo que no existe algo así. Por tanto, la meta es continuar recogiendo datos y haciendo reflexiones sobre las cosas que ocurren en clase con el fin de averiguar si soy coherente o no. ¿Mi discurso tiene un reflejo real en clase?

Necesitaba escribir sobre mi evolución porque siento que he estado durante mucho tiempo absorbiendo información sin parar y no la he procesado lo suficiente. Es el momento de ir viendo qué cosas han arraigado y qué no lo ha hecho; además de reestructurar las categorías del blog, interrelacionar la información que ido generando y ver con otra perspectiva el proceso en el que estoy inmersa. De algún modo, se trata de verme desde fuera y preguntarme porqué continuar con este trabajo en formato online.

He de confesar que todo esto que escribo obedece a dudas que me han asaltado en los últimos tiempos a raíz de que, por ejemplo, Iñaki (Ibilbidea) decidiera abandonar la publicación reflexiva en el portafolio. Por supuesto, también me hizo pensar lo que comentó Daniel (Algarabías) en contestación o al hilo de las reflexiones de Iñaki.

Lo cierto es que se me ocurren todas estas preguntas relacionadas con el proceso reflexivo y su publicación online, teniendo en cuenta que la filosofía de este blog está basada en compartir e intercambiar información:

  • ¿Qué utilidad tiene publicar lo que hago o no en clase? ¿Para quién es útil? Siempre le he encontrado una utilidad práctica para mí desde el punto de vista afectivo. ¿Afectivo? Sí, emocionalmente el hecho de escribir o pensar en voz alta sobre lo que ocurre en clase me ayuda a contemplarla con otro ojos. Quizá, no pueda salir de ella durante la misma, pero después sí puedo plasmar mis pensamientos para analizar lo que ha ocurrido.
  • ¿Qué beneficio obtengo de compartir mis pensamientos o mis cuitas laborales con otros profesores? Cuando hablo de beneficio, ¿A qué me refiero? ¿Espero encontrar un trabajo escribiendo aquí? ¿Espero que alguien me reconozca mi labor? En ese caso,¿Cómo pretendo que la reconzcan? ¿Únicamente deseo compartir y dialogar con gente que hace lo mismo que yo? ¿Quiero sacar a la luz mis clases para que no se apolillen o cojan moho? Me pregunto por el beneficio porque recuerdo que es una de las preguntas de control para saber si esta herramienta es o no beneficiosa. La cuestión es que habría que matizar el tipo de beneficio al que nos estamos refiriendo porque las motivaciones para mantener un espacio como este pueden ser múltiples y variadas.
  • ¿Esto que llaman portafolio está muerto? Dándole vueltas al PLE. Algunos comentarios me sacudieron la mente.
  • ¿Qué he aprendido? ¿Qué estoy aprendiendo? ¿De quién aprendo? (Alumnos, otros profesores, de mis propios pensamientos, de lecturas,…)
  • ¿Cuánta retroalimentación obtengo escribiendo en el blog? ¿Es suficiente para mí? ¿Realmente la necesito o la quiero? ¿Se reproduce en la vida digital la situación que se daría en la realidad? Es decir, si perteneciese a una institución y tuviera compañeros, ¿habría gente dispuesta a involucrarse en esta labor o a compartir lo que les ocurre en clase?
  • ¿Por qué la gente no comenta lo que escribo cuando sé que tengo algún lector que otro? ¿Tiene algún sentido publicar si la gente no comenta mis escritos? Al fin y al cabo, se supone que el blog es una herramienta en la que una publica cosas con el objetivo de que los lectores aporten su opinión y se entable así una «conversación». Si ésta no se produce, estoy reproduciendo el modo de publicación tradicional unidireccional, donde el lector lee pero no interactúa con la persona que ha escrito el texto. Esto me lleva a preguntarme ¿Es realmente comentable lo que explico en el blog?
  • ¿Qué límites me he puesto a la hora de compartir mi trabajo?

Bueno, aquí dejo algunas preguntas con algunas respuestas. Son sólo algunos pensamientos que, la verdad, no sé si son desvaríos o tienen alguna utilidad. Este es el quid de la cuestión: ¿Estaré en crisis?

6 comentarios to “Mi evolución digital (II): Borrador.”

  1. A veces, la gente no comenta simplemente porque es imposible estar en todos los blogs en los que se leen cosas interesantes. Creo que todo esto tiene una utilidad, aunque tampoco sabría reflexionar de manera exhaustiva sobre ello:
    -Sirve para aprender de uno mismo, al formalizar actividades que a veces se realizan de manera intuitiva.
    -Sirve para aprender de los demás, en el intercambio en las redes.
    -Sirve para crear comunidades de intereses y para que el conocimiento se haga global.
    -Sirve para desahogarse, pues más de un día te evita ir al psiquiatra.
    Un saludo.

  2. Hummm, Antonio, gracias por la lista de utilidades del blog 🙂 . Las preguntas sobre porqué la gente no comenta eran totalmente retóricas porque yo misma leo a menudo blogs en los que no comento. Y la única manera de testimoniar que paso por allí es tenerlos listados en mi blogroll. Ahora la pregunta me la tendría que hacer yo: ¿Por qué no comentas en los espacios que lees?

    – Porque, por ejemplo, aún siendo interesante lo que he leído, pienso que no puedo aportar nada más. (A veces una se siente muy pequeña).
    – Porque tengo un tiempo dedicado a la escritura en mi blog, pero sin embargo nunca me he planteado dedicar un tiempo al intercambio de opiniones con otros. Sobre todo últimamente y me parece que eso me ha llevado a un empobrecimiento y a cierto aislamiento. (Quizá esté aquí el problema). Si quieres mantener una correspondencia con alguien, debes dedicar tiempo a ello, ¿no?

    En cuanto a lo demás que me comentas, pues, sólo puedo decir que estoy de acuerdo. Mi máxima motivación ha sido el deshago para evitar ir al psiquiatra (jjajajaja). Sí, una le cuenta sus preocupaciones a sus allegados, pero siempre está bien poder compartirlas con gente que tienen tus mismos problemas.

    Es cierto que en el camino he aprendido de lo que yo hago. Esto último se ha visto potenciado con el trabajo de revisión. Esto de tener una herramienta que te permite ver cronológicamente lo que has escrito te da una perspectiva estupenda de tu trayectoria. Aunque he de reconocer que es una tarea un tanto ardua. Desde luego, el blog se ha convertido en un espacio donde almacenar pensamientos e información realmente útil para mí. Aunque, no está todo lo que es ni es todo lo que está.

    Sobre la aportación al conocimiento global, me preocupa estar produciendo ruido en lugar de información. Esto de verse una como aportadora al conocimiento global (si es que puedo considerarme como tal) no es tan sencillo teniendo en cuenta que me he pasado media vida recibiendo información de otros. No es fácil contemplarse como fuente de información (incluso me parece demasiado).

    Un saludo…

  3. Una entrada muy interesante, Maribel. Me gusta mucho tu manera de plantear cuestiones mediante preguntas.

    Yo estoy convencido de que lo que escribes es claramente comentable, eso no lo dudo. En cambio, lo que si dudo es si un blog es el lugar más apropiado para recibir esos comentarios… En mi opinión, la mayoría de blogs subdesarrolla (eufemismo) su potencial interactivo, no por la falta de potencial de la propia herramienta, sino por cómo la utilizan sus usuarios.

    Si quieres feedback abundante y de calidad, creo que lo que necesitas es trabajar dentro de un equipo motivado y comprometido; no en un blog. ¿Por qué? Porque todos leemos muchos blogs y no tenemos tiempo, ganas, corage, interés, etc. para comentar sus entradas. En cambio, dentro de una comunidad limitada (normalmente no pertenecemos a muchas y, si lo hacemos, es porque queremos y estamos implicados en ellas), en la que unos nos comprometemos con los otros, sí que hacemos ese esfuerzo. Es como si existiera un contrato de trabajo cooperativo, el cual está totalmente ausente en los blogs.

    Personalmente, decidí dejar de compartir mis reflexiones didácticas en Ibilbidea porque no me sentía suficientemente retribuido, la relación esfuerzo-beneficio no era positiva. En euskera, la palabra para «relación» es «harreman», compuesto de «recibir» (har) y «dar» (eman). Eso es lo que yo busco y lo que no encontré (al menos en suficiente medida) escribiendo en mi blog. Por eso ahora prefiero compartir mis pensamientos con compañeros como Dani (Algarabías), enviarles un correo que sé que contestarán, o charlar con ellos mientras comemos o tomamos algo. También estoy disfrutando y aprendiendo mucho del trabajo con Plural, el grupo de investigación al que pertenezco. ¡Y me va mucho mejor!

    Resumiendo, mi consejo es que busques gente que esté dispuesta a comprometerse contigo para desarrollar dinámicas de reflexión docente como las que tú llevas a cabo, gente con la cual compartir; no gente para la que escribir. Y si estas personas no viven en tu entorno, siempre dispondrás de Skype, el email, blogs privados, comunidades virtuales, etc. mediante las cuales trabajar con ellas. De cualquier modo, yo optaría por comunidades cerradas, lo cual no significa que, puntualmente, no puedan compartir los productos de su trabajo.

    De cualquier modo, querría subrayar que creo que es obvio que los blogs nos ofrecen muchísimas posibilidades a la hora de difundir contenidos. Creo que no debemos dejar de aprovechar este recurso.

    Un abrazo y hasta pronto.

  4. Mucas gracias, Iñaki, por exponer aquí tu experiencia en este tema. Es muy interesante, he de confesar que me gusta mucho cuando echas mano de la etimología.

    En cuanto a tu consejo de que busque alguien con quien compartir mis reflexiones didácticas he de decir que comparto todas ellas con Rosana, mi compañera en el Cuaderno Intercultural, que me ayuda mucho dándome otras perspectivas. Por tanto, mi trabajo en el Cuaderno Intercultural ha sido y es una experiencia estupenda porque me permite trabajar en equipo, dialogar, descubrir otras posibilidades y, por supuesto, compartir. He aquí uno de los máximos beneficios que me ha reportado el escribir en un blog. ¿Se nota que estoy orgullosa de nuestro trabajo? 🙂

    En relación a seguir compartiendo este trabajo reflexivo sólo puedo decir que en este momento es una cuestión de hábito y de creencias. Como dijo Daniel, ¿para qué dejarlo en el cajón si esto puede servirle a alguien más?

    Para terminar quiero decir que me hago muchas preguntas porque es el único modo de hacer aflorar los temas que me preocupan y encontrar las posibles respuestas.

    Lo dicho, muchas gracias por pasar por aquí y felicidades por haber encontrado la forma óptima de trabajo. (Es algo muy importante estar satisfecho con las decisiones que se toman y las cosas que se hacen, ¿verdad?)

    Un abrazo y hasta la próxima 🙂 .

  5. Hola Maribel,
    Si alguien reflexiona de maravilla sobre su trabajo como profesora ésa eres tú. Estaría bien que se reflexionara así en muchas otras profesiones.
    Aunque tus lectores no dejemos siempre comentarios está claro que nos sirve lo que escribes y nos ponemos en tu lugar para reflexionar sobre los puntos que tratas que más nos interesan. Y a la que más le sirve es a ti, claro, para verte desde otra perspectiva y mejorar siempre.
    ¡Un abrazo!

  6. Bueno, Lola, supongo que me limito a aprovechar ese carácter reflexivo que tengo. Es algo que no puedo evitar, cosa que, a veces, me parece un castigo porque lo único que hago es calentarme la cabeza 🙂 .

    Yo no sé si se mejora; aunque sí he dedicir que bsucando nuevos enfoques se aprende mucho. Cuantas más clases doy y más gente diferente me encuentro en clase más sensación de que me queda mucho camino por recorrer. Iba a repetir la cantinela esa de: «antes creían en las soluciones mágicas y definitivas, pero ahora sé que no existen». Aunque quizá, la búsqueda de la pieda filosofal es lo que te hace descubrir otras cosas por el camino…

    En fin, necesitaba nuevas «excusas» para seguir escribiendo y ya las tengo. En realidad siempre las tuve pero necesitaba abrir la ventana para que les diera un poco el aire porque se estaban apolillando.

    ¡Un abrazo! (Y gracias por el comentario).

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